1 de noviembre de 2010

Placer Femenino, como funciona...

Si estamos en armonía con nuestros cuerpos sabremos que la respuesta sexual recorre varias etapas identificables: deseo, excitación, clímax y resolución que se acompañan de cambios corporales. Lo que no se sabe tan bien es que aunque estas etapas transcurren en hombres y mujeres en el mismo orden, y en gran medida de la misma manera, hay diferencias esenciales. En las mujeres, las respuestas se obtienen en general a partir de estímulos diferentes que tardan más tiempo en obtener respuesta, pero los efectos son más prolongados y pueden repetirse con mayor rapidez. Los cambios son reversibles si alguna de las partes se distrae.

1.- EXCITACIÓN
excitacionEl deseo, el reconocimiento de que nuestros sentimientos y sensaciones están tomando un sesgo sexual, se inicia en el cerebro. Éste envía al cuerpo mensajes que provocan los diversos cambios que conducen a la excitación.

Cuando una mujer se excita sexualmente, su respiración se hace más rápida y su corazón se acelera. Sus labios se tornan rosados, las pupilas se dilatan y sus pezones se ponen erectos. A medida que la excitación aumenta su piel adquiere un tono rosado y se enciende, comienza a sudar y sus pechos se hinchan al llenarse con sangre.
Pero la primera respuesta de la mujer a la estimulación sexual, la que invariablemente es táctil, es la lubricación vaginal, que `puede iniciarse entre 10 y 30 segundos después de haberse iniciado la excitación. Gotitas aisladas de "mucus" lubricante aparecen intermitentemente a través de los pliegues de las paredes vaginales, como una forma de sudoración. Aunque el clítoris es el foco principal de la respuesta sexual femenina, la reacción de este órgano es más lenta y de ningún modo comparable a la velocidad de erección del pene.

A medida que la excitación sexual aumenta, las gotitas se unen para formar una capa lubricante suave y deslizante que cubre toda la superficie interior de la vagina, lo que permite una penetración en extremo fácil. El "mucus" lubricante puede aparecer en cantidades abundantes a pesar de la ausencia de glándulas en las paredes vaginales, y se piensa que se origina a partir del enorme aumento de flujo sanguíneo que se inicia casi al mismo tiempo que la excitación sexual. No se ha descubierto ningún otro origen, pero casi con toda seguridad la respuesta no es hormonal, dado que también ocurre en mujeres que se han sometido a una histerectomía completa (extracción de los órganos genitales internos).
La velocidad de respuesta del clítoris depende de si ha sido estimulado directa o indirectamente. La respuesta más rápida depende de la estimulación del área del clítoris o del área del monte. De la estimulación indirecta, incluyendo la manipulación de otras zonas erógenas, como los senos o la vagina, sin contacto directo con el clítoris, se obtiene también una respuesta definida aunque más lenta.
La única forma directa de estimulación es el tacto con los dedos, boca o pene erecto, y la mayoría de las mujeres requieren algo más que la penetración para alcanzar el orgasmo. Debido a su posición, el clítoris no recibe estimulación directa durante el coito, y los movimientos propios del pene son con frecuencia insuficientes para excitarlo hasta el orgasmo. Sin embargo, la estimulación indirecta del clítoris sí puede realizarse con la acción del pene. En cada posición del coito, el cuerpo del clítoris debería ser empujado hacia abajo y luego dejado en libertad, además de producirse la estimulación vaginal y de los senos.
A medida que la excitación sexual aumenta, la forma de la vagina cambia y se va adaptando para la penetración. Los dos tercios interiores de la cavidad vaginal se alargan y distienden; algunas veces se producen movimientos expansivos. En mujeres intensamente excitadas, esta distensión es notable. El cuello del útero y el útero son empujados hacia atrás y hacia adelante dentro de la pelvis, expandiendo posteriormente el extremo superior de la vagina.
Al mismo tiempo, el color de las paredes vaginales se modifica. En condiciones normales, la vagina es de un tono rosa oscuro, pero cambia lentamente hasta alcanzar un matiz púrpura más oscuro a medida que se incrementa el flujo sanguíneo en la misma.

2.- FASE DE MESETA
mesetaEn el estado preorgásmico la vagina está tan distendida que todos los pliegues de la pared están estirados y aplanados y su recubrimiento es menor. En la penetración, el tercio exterior de la vagina se dilata con sangre, y esta distensión puede ser tan grande como para reducir hasta en un tercio la parte inferior de la misma. El aumento del flujo sanguíneo provoca la dilatación de los labios mayores y menores, que se separan, se elevan y se vuelven hacia el exterior.



3.- ORGASMO
orgasmo
No ha sido posible estudiar los cambios orgásmicos que tienen lugar en el clítoris debido a que éste se retrae bajo la cavidad formada por los labios menores. Sin embargo, los cambios en la vagina son mucho más fáciles de estudiar. El tercio exterior de la cavidad vaginal se contrae de forma regular durante el orgasmo, por lo general con una frecuencia de tres a cinco y hasta un máximo de diez a quince contracciones en intervalos de ocho décimas de segundo. Después de las primeras tres a seis contracciones, el intervalo de tiempo entre ellas se prolonga. Cada contracción constituye un intenso placer y esas fantásticas sensaciones desaparecen cuando las contracciones disminuyen. La duración de las contracciones orgásmicas, su grado y el intervalo entre ellas varía en cada mujer y de un orgasmo a otro. En ocasiones, cuando los niveles de tensión son más elevados, el orgasmo puede comenzar con una profunda contracción que dura de dos a cuatro segundos antes de que el espasmo muscular se transforme en una contracción muscular que dura menos de un segundo.
Durante el orgasmo, el músculo uterino se contare y las bóvedas se expanden formando una cámara para recibir el esperma.

4.- RESOLUCIÓN
resolucionDespués del orgasmo la vagina requiere algún tiempo para recuperar su apariencia normal. Pueden transcurrir de 10 a 15 minutos antes de que la vagina recobre su coloración básica y sus pliegues desaparezcan.
El clítoris vuelve a su posición saliente normal entre 5 y 10 segundos después de haber cesado las contracciones orgásmicas, y la falta de coloración de los labios menores desaparece con la misma rapidez: en realidad estos dos procesos se asemejan a la pérdida de erección tras el orgasmo masculino. Para que desaparezca la tumescencia del glande del clítoris se requiere un proceso relativamente lento que puede durar de 5 a 10 minutos, aunque en algunas mujeres, puede prolongarse hasta media hora. Si no se alcanza el orgasmo el clítoris puede permanecer erecto varias horas después de la actividad sexual.

Placer Masculino, como funciona...

La unión sexual placentera depende de que se atraviese por las etapas que resultan en la erección que se requiere para la penetración, la estimulación del pene, el orgasmo mismo, la gradual disminución de las respuestas del cuerpo y la recuperación del estado normal.

1.- EXCITACIÓN
excitacionCuando un hombre se excita, sus reacciones, como las de la mujer, no se limitan únicamente a sus órganos sexuales. La excitación comienza en el cerebro cuando un hombre se excita por algo real o imaginario. Así, la estimulación masculina es causada predominantemente por estímulos visuales: al "varón" le trastorna la ropa y el maquillaje, así como ver cuerpos femeninos desnudos o semidesnudos. Las experiencias de un hombre lo condicionan con rapidez; objetos y circunstancias relacionados con el sexo también pueden provocar la excitación. De esta manera, y sin contacto físico alguno la excitación masculina se produce rápidamente.

Los mensajes trasmitidos por el cerebro a través de la médula espinal provocan el flujo de sangre hacia el pene, lo que produce la erección. El miembro masculino, que en reposo permanece flácido y colgante, se convierte en un órgano palpitante, rígido, erecto y con venas prominentes.

Por medio del control cuidadoso de la variación e intensidad de las técnicas de estímulo, la erección puede mantenerse por periodos de tiempo prolongados o puede perderse parcialmente y conseguirse de nuevo en varias ocasiones durante un periodo de estimulación prolongado.
La erección puede interrumpirse con facilidad debido a estímulos no sexuales, aún cuando la estimulación sexual prosiga. Un gran ruido inesperado, un cambio en la iluminación o temperatura o cualquier forma de distracción mental puede implicar la pérdida parcial, o incluso total, de la erección.

Además de causar la erección del pene, el aumento de flujo sanguíneo provoca el enrojecimiento de la piel aproximadamente en la cuarta parte de los hombres. Este flujo sexual comienza en el abdomen inferior y se extiende sobre la piel del pecho, cuello y rostro. Puede aparecer en los hombros, antebrazos y muslos. Después de la eyaculación, el flujo sexual desaparece con gran rapidez: primero en hombros y extremidades, luego en el pecho y, finalmente, en el cuello y en el rostro.
El pecho del hombre, al igual que el de la mujer, responde a la estimulación sexual. Aunque el patrón es inconsistente, con frecuencia tiene lugar una hinchazón y erección del pezón que puede desarrollarse sin contacto directo y durar hasta una hora después de la eyaculación. Muchas mujeres no saben que los pezones del hombre, e incluso el pecho, pueden convertirse en zonas erógenas si se les da la estimulación suficiente.
El promedio de latidos del corazón masculino se incrementa con la excitación sexual; también se acelera su ritmo respiratorio y se eleva la presión sanguínea. El escroto aumenta de grosor y los testículos se adhieren al cuerpo. Muchos hombres sudan inmediatamente después de la eyaculación, pero no es proporcional a la cantidad de ejercicio físico realizado durante el acto sexual. Por lo general la sudoración está limitada a las palmas de las manos y a las plantas de los pies, aunque puede aparecer en el tronco, cabeza, rostro y cuello.

2.- FASE DE MESETA
mesetaUna vez en el interior de la vagina, el hombre comienza los movimientos de penetración; el pene alcanza su tamaño máximo y los testículos se elevan.
Momentos antes del orgasmo existe por un instante una sensación de eyaculación inevitable. Desde el comienzo de esta sensación existe un breve intervalo, a lo sumo de dos o tres segundos, durante el cual el hombre siente que la eyaculación es inminente pero ya no puede evitar, prolongar o controlar el proceso de ninguna manera. Esta experiencia subjetiva de inevitabilidad tiene lugar cuando el líquido seminal se concentra en la uretra prostática, justo antes de que comience en realidad la emisión del mismo. Aunque el orgasmo de la mujer puede ser interrumpido por estímulos exteriores, el orgasmo masculino no puede detenerse hasta que se completa la eyaculación. No importa cual sea la intensidad de las distracciones exteriores: el hombre debe continuar sin tenerlas en consideración.
Justo antes de la eyaculación, el glande puede cambiar de color, y se puede formar una gota de líquido en la abertura uretral del pene. No se trata de líquido seminal sino de secreciones de la glándula de Cowper. A la vez que se elevan los testículos su tamaño se incrementa por los extremos. Llegado a este punto, la dificultad del pene para recuperar su estado flácido aumenta.

3.- ORGASMO
orgasmoContracciones recurrentes y regulares de la uretra y de los músculos profundos del pene culminan en la eyaculación y las sensaciones de exquisito placer del orgasmo. La uretra penil se contrae rítmicamente a lo largo e impulsa a presión el fluido seminal por todo el pene, a menudo a distancia. Durante la eyaculación, el esfinter anal experimenta contracciones simultáneamente con las contracciones explosivas de la uretra.

Durante el orgasmo, el pene se contrae en forma similar a la vagina: las contracciones comienzan con intervalos de ocho décimas de segundos y, después de tres o cuatro esfuerzos mayores de expulsión, su frecuencia y capacidad expulsora decrecen con rapidez. Contracciones menores de la uretra peneana pueden continuar expulsando una mínima cantidad de líquido seminal, con escasa o ninguna fuerza, durante varios segundos y de manera irregular. Si un hombre se abstiene durante varios días, por lo general eyacula más cantidad de líquido seminal que cuando ha tenido más actividad sexual. Una eyaculación abundante es en general más placentera que una de menor volumen, por lo que el placer puede ser mayor después de un considerable periodo de continencia que después de repetidos orgasmos. Este patrón representa lo opuesto a lo declarado por las mujeres, que generalmente gozan del segundo o tercer orgasmo más que del primero.
El orgasmo y la eyaculación son dos procesos independientes, y pueden suceder al mismo tiempo o no; es decir, que uno puede darse sin el otro. El orgasmo consiste en súbitas sensaciones placenteras y relajamiento de la tensión, por lo general en el área genital y en otras partes del cuerpo; la eyaculación consiste en la descarga del líquido seminal a través del pene.

4.- RESOLUCIÓN
resolucionUna vez concluido el coito, el pene, por lo general, se pone flácido y no podrá tener otra erección durante algún tiempo. Si un hombre retira el pene de la vagina de su pareja inmediatamente después de la eyaculación, su completo desentumecimiento se produce mucho más rápido que si su pene permanece dentro. La micción también contribuye al desentumecimiento del pene, ya que un hombre no puede orinar en erección.

Una vez el pene vuelve a su tamaño normal, el hombre se relaja y con frecuencia se siente somnoliento.

Fantsias Sexuales

Una fantasía corresponde a una representación mental de algo que hemos vivido o simplemente que creamos en nuestra mente o adornamos de la forma más conveniente y convincente para nosotros mismos.
Si el contenido de tal fantasía produce una excitación sexual, hablamos de fantasías sexuales, aunque éste no sea explícitamente sexual (puede ser romántico o sensual...)
Las fantasías sexuales, por tanto, suelen ser una forma de excitación sexual a través de nuestra actividad de creación o reproducción mental, y tienen carácter individual y propio.
Y ¿para qué sirven? Nos ayudan a excitarnos en momentos de difícil concentración, de bajo deseo sexual, en actividad sexual solitaria (masturbación) o para encauzar nuestra sexualidad, en la orientación deseada.

Todas alguna vez en la vida hemos soñado alguna travesura sexual, producto del deseo natural de sentirnos deseadas y sensuales, del interés de complacer de alguna forma a nuestra pareja y también de disfrutar de momentos diferentes y el querer salirse de la rutina.

La mayoría de las fantasías caen en el cliché, pero no pierden su encanto cuando somos cada una la protagonista de la historia. La típica escena de la estudiante sexy cambia totalmente cuando nos convertimos en esa estudiante en nuestra mente, ¿qué harías? ¿cuál sería el lugar ideal? ¿qué te gustaría llevar puesto? Es verdad, el cuento es otro y lo caracteriza que eres tú recreándote en ese rol y es bastante particular la manera de pensarlo de cada una.

Hacerla realidad

Todo se construye según tu personalidad, si eres algo tímida y prefieres lo romántico, podrías ser la dulce e inocente provocadora, esa mujer que tiene algo de niña que cautiva pero se deja llevar. Son fantasías juguetonas que pueden pasar fácilmente de la imaginación a la realidad y son perfectas para sacarte de la rutina y sorprenderlo con un juego que le puede gustar mucho. La estudiante lolita, la conejita playboy, un baile sexy, etc. No tienes que esforzarte mucho para experimentarlas, elegir un buen momento, escoger la ropa interior perfecta y una buena música podrían ser los ingredientes suficientes, lo demás lo pones tú con tu actitud que aunque tímida, siempre debe ser seductora.

Es difícil cuando los terrenos de la imaginación nos pone en escenarios más atrevidos, cuando eres una mujer un poco más liberal y arriesgada, y quieres tener experiencias un poco más picantes. Hay que pensarlo bien, hasta dónde puedes llegar con tu imaginación y hasta dónde puedes llegar con tus actos, ya que aunque pienses que estas preparada y que tienes tu mente abierta podrían generarte frustración. Éste es el caso de Sandra que por complacer a su novio con la recurrente fantasía del trío, terminó con su tranquilidad al ver a su novio acariciar y besar a otra mujer, es bastante peligroso. Cuando se quieren explorar este tipo de cosas la recomendación es dar pequeños pasos que nos lleven a conocer nuestros limites.

Llevar cualquier fantasía a la realidad requiere que tu mente esté preparada, que sientas seguridad en ti misma y en tu sexualidad, debe ser una experiencia antes que nada sana para que no te genere desilusión, de lo contrario, será mejor que se quede en el plano de la imaginación.

Las fantacias surgen:
  •  de un hecho conocido, película, hecho real, libro.
  •  de un tema preferido, es un tipo concreto de fantasía.
Las fantasías o la creación de visualizaciones, con contenido sexual específico, como el verse a sí mismo realizando un contacto sexual con éxito (según el problema presentado), son herramientas que en un momento determinado se llegan a utilizar como parte de las estrategias de superación de un problema sexual.
Pero también podemos resaltar algún aspecto no positivo de las fantasías sexuales. Personas con baja autoestima, en lo referente a su atractivo sexual tienen dificultades para imaginarse deseadas por alguien, sus imágenes pueden estar cargadas de situaciones de fracaso o ridículo y acompañadas de ansiedad.
Hay muchas clasificaciones de las fantasías sexuales,  se distinguen cuatro tipos:
  • Íntimas.
  • Exploratorias.
  • Impersonales.
  • Sadomasoquistas.
Las fantasías sexuales intimas:
Serían con la pareja y cambiarían el lugar de realización de la actividad sexual a otro desconocido, más romántico o simplemente más excitante. También pueden incorporar variaciones sexuales poco habituales en esa relación, como el sexo oral o anal o la masturbación mútua.
Las fantasías sexuales exploratorias:
Parecen ser más comunes en hombres que en mujeres.
Incluyen elementos nuevos, como otras personas, en la relación de pareja.
.Es fantasía de relaciones en grupo o con componente bisexual, cambios de pareja. Etc.
Las fantasías sexuales impersonales:
Se denominan así puesto que se consigue la excitación, a través de una situación, un juguete sexual o un fetiche. Ejemplo de éstas situaciones serían la estimulación con artilugios sexuales, pornografía. etc.
Las fantasías sadomasoquistas:
Son fantasías de juego de poder, donde la excitación se produce por el sometimiento o la dominancia, el dolor esta controlado y la situación también. Si se llevan a cabo suele haber acuerdos entre los miembros de la pareja para parar la situación.
Es importante reseñar que no existen datos científicos que demuestren que un determinado tipo de fantasía sexual, revele detalles sobre la conformación psicológica de la persona. Nuestros valores personales y sociales pueden diferir de nuestras fantasías, al igual que los personajes interpretados por el actor pueden no tener nada que ver con la personalidad real del mismo. Por último consideraremos algunas pautas para aumentar la capacidad de fantasearImaginar y poner atención en los detalles. Los pequeños detalles, como el lugar, el color de la ropa, un perfume. Son lo más importante para crear una fantasía.
  • No tiene por qué ser un gran relato, pueden ser imágenes breves cargadas de contenido personal.
  • Lo que a cada uno le excita, es puramente individual y no tiene por qué ser explícitamente sexual, puede ser romántico, sensual...